ABC contra ABC

Nos cuenta el inane periódico -otrora serio y confiable- que hay un informe de la Unidad Central de Información Exterior enviado al juez Juan del Olmo en el que se indica que «la técnica de utilizar móviles programados para activar bombas es una técnica que se enseñaba en un campo de adiestramiento de Jalalabad (Afganistán) que estaba dirigido por el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM)», a la que pertenecían supuestamente, varios de los acusados-suicidados del 11-M.
Sin embargo, de otras latitudes nos llegan estas otras noticias. Que por cierto parecen más creibles.

Y creemos que pronto terminarán confirmándose las palabras de José María Aznar, de que los asesinos del 11-M no se encuentran en desiertos remotos ni en montañas lejanas.
De lo contrario, nadie se estaría tomando las molestias de falsificar tantas pruebas que incriminan o ligan a ETA con la masacre...